En ninguno de estos filmes se discute ya si ser homosexual o específicamente lesbiana es admisible o no en la sociedad cubana del siglo XXI. Todos ellos dan por sentado una admisibilidad que permite desplazar la discusión a lugares de mayor interés. Tales serían la maternidad, la falta de legislación para proteger a la comunidad LGBTQII, o la incapacidad de las instituciones para formar a los nuevos ciudadanos, protagonistas del futuro cercano, en sistemas de saber deshechos del histórico machismo cultural y de estado que ha azotado el imaginario cubano desde tiempos coloniales. Para seguir leyendo…
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