En la década de 1950, toda la población cubana tenía la posibilidad de acceder a los mismos servicios sanitarios, tanto públicos como privados (estos últimos para aquellos que pudieran pagar las módicas cantidades de primas). Los cubanos y los extranjeros (muchos latinoamericanos) podían disfrutar en igualdad de condiciones de los centros sanitarios. Hoy, con el actual régimen, existe una diferencia entre la generalidad de la población cubana y los extranjeros que van a la Isla a recibir asistencia sanitaria («turismo de salud»). Estos extranjeros, al igual que la nueva clase cubana, tienen privilegios en centros sanitarios como la clínica Cira García, el Centro Internacional de Restauración Neurológica (cirn), el Centro de Investigación Médica y Quirúrgica (cimeq), etc. Para seguir leyendo…
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