No sé si habrá otro caso de expropiación de su obra al autor en Cuba, debe existir, de allí salí hacia el hospital con una obstrucción intestinal que por poco me mata, fue el momento más duro de mi vida. Sobreviví. Me quedé solo, casi sin amigos, pescando en cámara en noches alternas en el malecón para sobrevivir a la angustia y al hambre y allí, en el medio del mar, conocí un día a Yito otro pescador y amigo hasta hoy, la gente que, fuera del mundo del arte, salvan al mundo. Decidí que tenía que huir de allí, pinté una obra «Huye a tu soledad» sabía que no me sería fácil salir, me tomó muchos años hasta que pude por fin dejar atrás todo aquello. En el 2006 salí de Cuba. Para seguir leyendo…
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