La impresión que yo tengo de la cárcel en Cuba es lo más terrible, dijo el veterano. Mi esposo ha estado preso muchas veces, dijo su mujer. Después estuve preso en mi propio país, dijo el veterano. Ahí sí estaba en contra del gobierno, dijo su mujer. Pero en Cuba no estaba en contra de nada, dijo el veterano. En Cuba era un revolucionario, dijo su mujer. En la cárcel de Cuba nadie te habla, nadie te oye, nadie te mira, el silencio es sepulcral, dijo el veterano. No hay prensa, dijo su mujer. Por eso a los pocos días hicimos huelga de hambre, dijo el veterano. Quince días de huelga de hambre, dijo su mujer. Entonces nuestra huelga se convirtió en un escándalo, dijo el veterano. Frente a los otros presos comunes, dijo su mujer. Para seguir leyendo…
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