Solo el tiempo es capaz de establecer jerarquías estéticas y ubicar cada cosa en su sitio. Así, podemos decir que los años 60 se parecen mucho más a ese cortometraje documental –polemizado hasta el tuétano por una causa todavía difusa– de Sabá y Orlando, que a todo el compendio visual que le prodiga Santiago Álvarez a la Revolución. Asimismo esta época, aún en vías de cristalizar en algo concreto, se refleja con mayor franqueza en el lente sensible, en esa suerte de “ojo público” –el curador Abel González sitúa con acierto esta expresión– que todo lo capta de Leandro Feal, que en la fotografía cubana emergente, no escasa de talento, repertorios y rigor conceptual. Para seguir leyendo…
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