Enfermarse en dictadura sigue siendo eminentemente una cuestión de Estado, donde la tiranía nunca ha tenido, tiene, ni tampoco tendrá nunca la culpa del holocastro. Los cubanos nacemos sanísimos por cada mil nacidos vivos gracias a Mamá Revolución, pero nos morimos a solas por culpa del extranjero, el exilio, o nuestro empecinamiento en la falta de educación. Para seguir leyendo…
Responder