Bruguera publicó lo que le sucedía en Facebook, sin vincularlo directamente a los “ataques sónicos”. Pero un amigo le envió el link de lo que les había sucedido a los funcionarios estadounidenses y a partir de ahí han ido en aumento sus temores. “No tengo manera de corroborar nada. Eso fue, además, a una hora en que todos están durmiendo”, y así todo puede quedar en la cuerda de la paranoia artística, teniendo en cuenta que recientemente se hizo viral el video donde un grupo de personas la ofendía a gritos, en medio de un mitin de repudio, cuando intentaba llegar junto a otras activistas a la sede del Movimiento San Isidro. Para seguir leyendo…
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