Si la resistencia se mantiene como tal, sería como aceptar ser la válvula de escape escandalosa que termina apagándose, esperando un estallido que nunca se dará, pues para eso son las válvulas, para dejar escapar en pequeñas dosis —ruidosas sí, pero inofensivas— pequeñas porciones de gritos de libertad abaratados. Si la resistencia perdura, estamos manteniendo el estatus que supuestamente queremos romper. La resistencia debería ser un estado de no permanencia, si no, deviene simplemente en Normalidad. Resistencia no. Disidencia. Para seguir leyendo…
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