Vilaplana, sin embargo, no pudo filmar en el escenario real donde ocurre parte de la historia que cuenta su película, la de los presos “plantados” que se negaron a aceptar el plan de reeducación y adoctrinamiento que les impuso el gobierno cubano con la promesa de mejores tratos y condenas más cortas. “Esa es la grandeza de ‘los plantados’, a pesar de que los fusilaban, los torturaban y les imponían castigos terribles, ellos no claudicaron”, dijo Vilaplana. Para seguir leyendo…
Responder