Jiménez-Almeida se las arregla, mediante atinado montaje y esmerada recreación visual y testimonial, para que sigamos el hilo conductor en el laberinto de la guerra fría y la alta política internacional, sujeta a sus intereses específicos, dejando que los veteranos de Bahía de Cochinos manifiesten, abiertamente, sus frustraciones por verse imposibilitados de alcanzar el triunfo, en medio de determinaciones burocráticas improcedentes, distantes de la realidad. El haber perdido la posibilidad de cambiar el rumbo de la historia y evitar la debacle de seis décadas de férrea dictadura, ofrece a los brigadistas toda la certidumbre del éxito moral indiscutible que ostentan. Para seguir leyendo…
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