Pienso que nosotras como feministas no debemos reproducir discursos hegemónicos en los que sigamos la lógica del poder que cuestionamos. ¿Podemos, desde nuestros feminismos, seguirle sonriendo a un poder que a todas luces se erige totalitario, patriarcal, verticalista? Para mí la gran pregunta sigue siendo, ¿se puede ser feminista en Cuba y establecer alianzas con el poder? Para seguir leyendo…
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