En sectores reformistas, la publicación fue vista, inicialmente, como una torpeza o un obstáculo –es el tono del artículo de Rafael Hernández “Elefantes en cristalería”, publicado en La Gaceta de Cuba en 1996–, pero en los altos mandos ideológicos y políticos fue entendida como un ataque. Las evidencias documentales de aquella hostilidad son múltiples y tal vez su mejor síntesis sea el folleto Encuentros, desencuentros (2002), firmado por José Antonio García Miranda, publicado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y agregado al expediente del magazine electrónico La Jiribilla. Para seguir leyendo…
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