En cada prisión hay torturas especificas. Yo, por ejemplo, sé cuándo una persona ha estado en el penal de Villaclara porque le faltan los dos dientes de adelante. A los presos les hacen una cosa que se llama la bicicleta: te esposan con las manos detrás y te hacen perder el equilibrio metiéndote la tonfa (porra) por detrás, haciéndote caer. Si así no se te caen, te estampan contra una pared o te tiran por las escaleras. Por lo general pierden los dos dientes frontales. Para seguir leyendo…
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