Hilda Landrove: ·Cuba: el dolor, la rabia y las migajas·

DD.HH. | 3 de agosto de 2021

La rabia no puede ser aplacada; emerge de líneas tan antiguas y enconadas como las de la mentira propagandística. Cuando el Estado intenta aplacarla, la multiplica; atrapado en sus propias lógicas, no puede hacer nada más que lo que siempre ha hecho y reproducir con ello las condiciones necesarias que la hacen crecer, aunque continúen transitando todavía por rutas subterráneas. Así, las demandas pretenden ser tranquilizadas, controladas, satisfechas con migajas y sucedáneos. Válvulas de escape y sucedáneos son constitutivos a un sistema para el que la crisis es vida cotidiana. Para seguir leyendo…