No sé de quién es el logo, pero lo que es la declaración de la Bienal es para desternillarse de la risa. Dice desde la primera oración que está «marcada por su postura a contracorriente» y, sí, imagino que sí, que irá a contracorriente ciento por ciento, porque cuando lo más digno del arte contemporáneo cubano reclama al Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) que desmonte sus cuadros, cuando algunos artistas renuncian a premios y membrecías de organizaciones alineadas con el poder necrosado de la dictadura cubana como la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la Asociación Hermanos Saiz (AHS), o bien se rehúsan a exponer en galerías e instituciones pertenecientes al sistema oficial, la «contracorriente» presupone que la Bienal irá a buscar a los creadores nacionales en esas patéticas cápsulas azules del Ministerio de Cultura: La razón de mi voz: La cultura es la Patria. Así que apriétense los cinturones, que lo que viene es de apaga y vámonos. Para seguir leyendo…
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