Enrique del Risco: ·Un país reaccionario·

DD.HH. | 23 de agosto de 2021

El asunto de la excepcionalidad cubana: gracias a su diferendo con Estados Unidos en el que la dictadura ha interpretado magníficamente el papel de víctima, Cuba se ha convertido en el único país donde explotar obreros o alquilar sexo adolescente no causa cargos de conciencia a los progres de este mundo. Allí los inversionistas y biempensantes coinciden en desoír los gritos de los cubanos o en malentenderlos. Gritar “Abajo el comunismo” les suena a macartismo, clamar contra la dictadura les parece cosa de mal gusto. Llamarle “singao” a Díaz-Canel a la derecha le parece chusma, y a la izquierda sexista, homofóbico o a saber qué otra exquisitez. Tanto Gayatri Spivak insistir en dejar hablar al subalterno, para que ahora ella misma se ponga del lado de los que les caen a palos. Para seguir leyendo…