López Obrador fue más allá de la tradición diplomática mexicana, que defiende la soberanía y la autodeterminación de Cuba. Sus expresiones equivalieron a un espaldarazo a la represión y el autoritarismo con que el gobierno cubano se está conduciendo, en los últimos años, frente al creciente malestar de una juventud cívica, pacífica, a la que mediática y judicialmente trata como un pequeño grupo de vándalos y contrarrevolucionarios. Para seguir leyendo… (Imagen: Shit_cuba).
Responder