Rolando Sánchez Mejías: Tijeras

Autores | Diáspora(s) | 26 de octubre de 2022

Una vez mi madre estaba durmiendo, o hacía como que dormía, mi madre nunca duerme, o, más exacto, duerme y a la vez no duerme, y le toqué la cabeza. ¿Sabe cómo sonó la cabeza de mi madre? Hueca. Toc toc toc. Hueca como un coco. Para seguir leyendo…