Rolando Sánchez Mejías: Una loca geometría
Una noche, Ambrosio soñó que la Capital era un enorme queso Gruyère donde él circulaba empujado por la inercia y el azar de los vericuetos. Pensó, en el sueño, o en una lógica parecida al sueño: «Lo único que me faltaba era verme en esta situación ridícula y penosa, donde rige una loca geometría». Luego siguió soñando que había podido encontrar alguna salida hacia alguna parte, y que cavaba como un topo con ambas manos, en la certeza de que había encontrado, al fin, el camino correcto. Se dijo mientras cavaba: «Todos los caminos conducen a China, aunque pasen por Praga». Para seguir leyendo…
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