Oscar J. Montero: ABC de fugas

Autores | 11 de septiembre de 2023
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La fuga está en nuestro ADN, como en las ardillas, siempre ariscas y sobresaltadas. Es consabido que no hay cultura sin vínculos a periplos, migraciones, desplazamientos a la vez catastróficos y fundadores. De ahí la difusión de leyendas y mitos sobre una permanencia tan seductora como ilusoria. Un ejemplo milenario. A mediados del siglo V d.C., las huestes de Atila, “el azote de Dios”, arrasaron las aldeas de los vénetos. Los sobrevivientes se refugiaron en islotes pantanosos en la costa septentrional del Adriático, donde construyeron zancudos bajareques. De esa catástrofe surgió de las aguas “la Serenissima” Venecia.

El siglo pasado la fuga le tocó a mi gente. Escoria a los cuatro vientos, decían. Bodegueros siquitrillados, mecanógrafas de Luyanó, maestras de secundaria, guajiritos cienfuegueros, nos largamos con lo puesto, a los bajíos de Hialeah, a las lomas de Manhattan, al bochinche de Santurce, al tejemaneje de Lavapiés. El terruño quedó en el retrovisor; el revólver de mi abuelo mambí, en el museo del pueblo.

Pasaron décadas; terminó el siglo pasado, ya que no sus horrores. En este XXI le tocó a David. A los seis años cruzó el río fronterizo en brazos de su madre. El inglés le entró por los poros y a las pocas semanas anunció que sabía el alfabeto en esa lengua, pero se le había olvidado en español. Entonces inventamos un juego para recordarlo, buscando en la cocina lo que correspondiera a cada letra: agua, bacineta, cuchillo, delantal, etc. “Eso es una palangana”, me dijo. La dejamos para la P. Bayeta entonces. De ese juego salieron estos textos sobre nuestras fugas. Desde la Babel de Hierro, sin patria y con amos por todas partes, los dedico a él y a las multitudes que lo han acompañado.

Oscar J. Montero, New York, 22 de julio, 2023

–I–

Antes                                        

Bebían

Café                                          

Dentro.

Entonces

Fueron

Girando

Hacia

Islas

Jaspeadas,

Kilométricas

Lejanías

Maravillosas.

Nunca

Optaron

Por

Quedarse.

Recogieron

Sus

Trapos.

Urdieron

Velas.

Walter,

Xiomara,

Yosiel

Zarparon.

II

Alana,

Barbarita,

Carlos

Dejaron

Edificios

Feroces,

Grietas,

Hoteles

Inhóspitos.

Juraron

Kummel

Los

Mantendría.

No

Osaron

Preguntar

Qué

Riesgos

Saltarían.

Todas

Ultrapasaron

Vientos

Wiclefistas,

Xenofobias

Y

Zumayas.

III

Alma

Bendijo

Cazuelas,

Dinteles,

Escritorio.

Fue

Girando

Hasta

Internarse

Jadeante:

¡K

Lejos!

Miembros

Nuevos

Ocupaban

Puestos

Quietos,

Reservados.

Solo

Teo

Usó

Votivas:

¡Walter!

Xiomara

Ya

Zarpó.

IV

Araceli

Botó

Compungida

Diseños

Esféricos,

Fogosos

Girasoles,

Hirsutas

Imágenes,

Jaspeados

Kakemonos.

Luego

Miró

Nerviosa

Opulento

Puerto

Quinquelingüe,

Recintos

Sellados,

Turbios.

¿Una

Victoria,

Wifredo?

Xavier,

¿Y

Zenaida?

V

Atisban

Barcos,

Como

De

Espejos

Fogosos

Galardonados.

Hambre,

Injusticias,

Jodidos,

Knoqueados.

Lloran

Mientras

Nadan.

Otras

Permanecen

Quietas,

Rezando

Siempre,

Todavía

Unidas.

Vaciaron

Whiskies.

Xerófilos

Ya

Zumban.

VI

Antiguos

Bohemios

Cansados

De

Estar

Febriles

Gesticulaban

Hasta

Inflar

Juntos

Kármicas

Laringes

Musculosas.

Nubes

Oscuras

Perdieron

Quizás

Rapidez.

Subieron

Torres

Únicas,

Voladoras

Walhallas,

Xanadús

Y

Zahúrdas.

VII

Abel

Batalló

Corrientes.

Durmió

Entre

Feroces

Gendarmes.

Hasta

Imaginó

Jaurías,

Kilómetros

Lúgubres.

Morir

No,

O

Peor

Quedarse

Rezando

Sin

Tener

Ufanas

Visiones:

Walter,

Xavier

Y

Zenaida.

VIII

Albergues

Benditos,

Cálidos.

Después

Erráticas,

Fúnebres

Guaridas,

Horribles,

Inhóspitas.

José

Kasil

Lamentó

Morir

Nadando

O

Pensando

Que

Rita

Sentiría

Terror.

Unidos,

Vendrán

Weekends

Xilofónicos

Y

Zapatillas.

IX

Alma

Bendijo

Caminos

Diaspóricos

Entre

Fogatas

Generosas,

Hipnóticas,

Inolvidables

Jarchas.

¡K

Lamentaciones

Maternales

Nocturnas!

O

Penosas

Quejas.

Reunidas,

Silenciosas,

Trepando

Ufanas,

Vieron

Wapitíes,

Xilófagos

Y

Zamarros.

X

Angélica

Buscándote

Corrió

Desesperada

Entre

Familias

Gentiles.

Huyó

Invicta.

Jurando…

¿K?

Lograrlo.

Miró

Nubes

Oscuras,

Pero

Quiso

Reunirse.

Sentadas

Todas,

Unívocas,

Vieron a

Walter,

Xavier

Y

Zenaida.

XI

Araceli

Bermúdez

Contaba

De

Encrucijadas

Fallidas.

Graciela

Hidalgo

Imaginaba

Jerigonzas

Krausistas.

Lentas,

Misteriosas

Noches

Oscuras

Pasaron

Quietas,

Recogidas.

Seguían

Tomando

Umbrosos

Vericuetos.

¡Walquirias

Xenófobas,

Yaperas,

Zampatortas!

XII

ángel

Bello,

Cuida

De

Esta

Febril

Gente

Humilde,

Invencible.

Justicia

Logra.

Mándales

Nuevos

Oráculos.

Pedimos

Que

Regresen

Siempre

Tiempos

Ufanos.

Vuestros,

Walter,

Xavier

Y

Zenaida.