Raúl Goycoolea: Kenny Lemes, piel y cuerpxs disidentes: la revancha política

Los retratos del cubano con base en Buenos Aires Kenny Lemes muestran identidades disidentes que ponen en tela de juicio todo aquello que se ha establecido como normativo, desde lo más visible o externo (la piel) a lo más enraizado en nuestro ADN cultural (lo que no se ve pero se desprende de absolutamente todo lo que nos rodea, desde la idea del amor a lo que entendemos como género, e incluso la idea del éxito). 

Aunque su voluntad no sea política, “todo lo personal es político”–comenta–, y lo importante a través de su trabajo es visibilizar o señalar “lo que se pretende ocultar, negar o marginalizar. Y ojalá que eso que se señala ayude a mover lo cementado dentro de lo mal llamado ‘sentido común’”. Bajo una mirada que él define como pesimista, busca esta “otra” belleza en el caos, la decadencia, la soledad, el dolor, el cuestionamiento de la existencia y los desechos del capitalismo. La idea que todos conocemos de lo bello queda, por tanto, resignificada.

Este proceso de transformación a través de las imágenes, funciona como una bitácora para Kenny que le permite experimentar el mundo y se ha convertido en un punto de luz para él, así como en un medio para vincularse con la naturaleza, el deseo, la muerte, la magia, la sexualidad, el cuerpo y el color. 

“La fotografía es una especie de salvavidas propio, una generadora de cierta mirada oblicua que me habilita la posibilidad y el deseo de ser feliz. En medio de tanto bajón y de tanta voz diciéndonos que somos feos, que tenemos los dientes chuecos o que vivimos la vida como seres incompletos… ser feliz (hacer lo que nos hace felices) también es una revancha política”.

En los retratos de “A través de lxs cuerpxs y sus pieles”, Kenny expone todo lo que queremos saber de las personas. “Me interesa la piel, como la adornan, la escriben y hieren también, así puedo conocer el disfraz que las personas eligen para representarse a sí mismas. Por eso es tan difícil desnudarse en frente de la cámara, porque la piel expuesta deja ver lo más personal, lo más privado, ahí está la verdad de lo que somos y la piel puede ser nuestro peor delator”. 

Publicación fuente ‘Joia’