Claudia González Marrero: Interviú a Ariel Camejo / ‘Lengua de palo’ y otros epítetos
La lengua es también un territorio de apropiación y empoderamiento, sobre todo por parte de los sectores en situación de desventaja social, que tienden a nominalizar en sus propios términos aquellas acciones que les permiten organizar sus estrategias de supervivencia.
Podría decir que existen dos esferas de la vida cotidiana que tienden a ser subvertidas con mayor encono en la realidad cubana de las últimas décadas. La primera es el trabajo, principalmente en fuentes estatales de empleo, cuya remuneración no suele garantizar la capacidad de suplir necesidades básicas del consumo. La segunda es la que tiene que ver con la legalidad: un sistema de leyes y formas de penalización con un impacto directo en la dieta general.
En el caso del trabajo y el empleo, las alternativas de forrajear, luchar o inventar adquieren un matiz interesante, pues resultan en una desviación de la productividad en términos del Estado, que es reorientada hacia la casa, hacia el hogar, hacia la familia.
Si pensamos en el ámbito de las disposiciones legales, pues se articulan formas lateralizadas, subsidiarias, para hacer referencia a aquello que contraviene a la ley. Son incontables las formas de alusión a la carne de res o la langosta, pero también los pactos semánticos alrededor de mercancías prohibidas o ventas ilícitas. Quizás se puedan resumir en esa frase tan nuestra, dicha en tono bajo de voz: “tengo de aquello que tú sabes”.
En medio de ese panorama, no es extraño que el llamado “mercado informal” o “mercado negro” se haya convertido en Cuba en una fuerza económica más, en la que no es el Estado quien regula las relaciones de productividad ni de legalidad. Ese territorio tiene sus propias leyes y dinámicas, entre ellas las del lenguaje, sean estas heredadas o nuevas creaciones.
Solo hay que asomarse por sitios como Revolico o algunos canales de Telegram para tomarle la temperatura a lo que sucede con el lenguaje y la comunicación cotidiana en la Isla en estos momentos.
Publicación fuente ‘Hypermedia Magazine’. Para seguir leyendo…
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