Alfredo Triff: Los dibujos urgentes de Camila Lobón

Artes visuales | 28 de octubre de 2023
©Camila R. Lobón, Clarias y gusanos

Se decía que el período fértil del animaloide en la ilustración culminaba con el enciclopédico incunábulo Crónicas de Núremberg. Lobón, sin embargo, inaugura una nueva fauna de deviants cubiches. Veamos:

1. «La claria/gusano» es híbrido de una de las cien especies más dañinas del mundo, importada a Cuba en los años noventa; se alimenta de truchas, biajacas, jicoteas y ranas. (El anélido añadido no hace más que complicar la madeja de la realidad cubana). 

2. «El compañero» (¡qué alérgica palabra para mi generación!) es una especie de teriántropo en cuatro patas, y Cuba está llena de ellos.

3. «El ego/cubano» es una figura bípeda en pie, el tronco enroscado en sí mismo y la cabeza hundida en su culo (sospéchese la fétida alimentación del susodicho).

4. Hace su entrada la bocaza dentata adornada de fausto plumaje, «Ego intelectónico». Aquí Lobón transforma lo terrífico en tiki. Dice la leyenda que cuando todo era quietud, silencio y agua, ciertas deidades, cubiertas de plumas azules, yacían en las aguas primordiales: Tepew, el Redactor; Quetzal, la Serpiente Modeladora, y Xpiyacóc, dios de la creación. 

5. «El ego revolucionario», ¡qué decir! Cíclope cabeza-de-puerco haciendo revolución entre los muertos sobre un charco de mugre.   

6. Una pieza que mete miedo es «Fin de una verde mañana», reminiscente del Petromyzon marinus, monstruo transformado en el Abilisk de los Guardianes de la Galaxia

7. El ser tentacular de raigambre venosa y cabeza con boca dentata lleva por título «La palabra inoportuna»Es el grito metafísico.

8. «Ego perdido»: imagen a plumilla, harto elaborada, encarna algo innombrable y sombrío. Verla para creerla.

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