Antonio José Ponte: Virgilio-Lezama Lima

Artes visuales | fluXus | 17 de julio de 2024
©Hdez-Güero, ‘Virgilio-Lezama’, 2024

Esta imagen, esta pieza, es obra reciente del artista cubano Jesús Hdez-Güero.

«Virgilio-Lezama Lima» se titula. Forma parte de la serie «Síndrome de Proteus», que él viene haciendo desde 2015, y mide 45 x 40 centímetros.

Virgilio Piñera (hemisferio boreal, para no entrar en si superior o inferior) y José Lezama Lima (hemisferio austral) fueron amigos y enemigos, enemigos y amigos. El primero pudo ser tachado por el segundo de «oscura cabeza negadora» y alguna vez dictaminó contra las sucesivas revistas del otro: «Gran necesidad de la patada de elefante a ese cristal hecho para el anhélito de los ángeles». Para inmediatamente referirse a la reconstrucción del cristal roto: «La salvación vendrá por el disentimiento, por la enemistad, por las contradicciones, por la patada de elefante».

Hablando de patadas, ambos pelearon físicamente una vez, a la salida de una conferencia y dejaron de hablarse durante largos años. Hubo luego una llamada telefónica de Piñera, a propósito de la publicación de la novela Paradiso. Y así como habían tenido una inverosímil pelea física, celebraron un intercambio de cortesías —honorable llamada teléfonica, cariñosa dedicatoria de ejemplar de la novela—, digno de una etiqueta imperial.

Vino entonces el poema «Virgilio Piñera cumple 60 años», recogido en un libro póstumo de Lezama Lima. Vino, de la otra parte, la crónica de un cumpleaños de Lezama Lima, dos poemas dedicados que hablan en un plural que incluye al otro —»Un duque de Alba» y «Bueno, digamos»— , más el soneto de Piñera fechado el día de la muerte de José Lezama Lima: «El hechizado».

«Hemos vivido en una isla,/ quizás no como quisimos,/ pero como pudimos./ Aún así derribamos algunos templos,/ y levantamos otros/ que tal vez perduren/ o sean a su tiempo derribados», leemos en «Bueno, digamos».

Mientras que el soneto declara el derecho de precedencia del que acaba de morir: «Por un plazo que no puedo señalar/ me llevas la ventaja de tu muerte:/ lo mismo que en la vida, fue tu suerte/ llegar primero. Yo, en segundo lugar».

En su estudio de la calle San Ildefonso, de Madrid (próximo al estudio de otro artista cubano, Waldo Balart), Jesús Hdez-Güero ha juntado esas dos cabezas, negadoras o afirmativas, hasta hacer con ellas una sola.

«El gordo y el flaco», pieza teatral piñeriana que no descarta el canibalismo, pudiera estar próxima a esta imagen forjada por Hdez-Güero.

Próxima también la imagen archimboldiana de Lezama Lima en la «Oda a Julián del Casal»: «Dejadlo que se vuelva, mitad ciruelo/ y mitad piña laqueada por la frente».

Las de Piñera y Lezama Lima no son las únicas cabezas compuestas de escritores de la serie «Síndrome de Proteus», que hasta ahora incluía únicamente figuras políticas. Una de esas piezas recientes de Hdez-Güero ensambla a Borges y Cortázar. Otra a Reinaldo Arenas y García Márquez. Una tercera, a Heberto Padilla y al ministro y vicepresidente castrista Carlos Rafael Rodríguez. (Todas estas pueden verse en el perfil en Facebook del artista).

Más allá de la celebración de la maestría del collage, las cabezas de Jesús Hdez-Güero inducen al abismamiento. ¿Es la enemistad o la rivalidad entre escritores (incluso entre un escritor y un comisario cultural) una forma que tiende a la totalidad? ¿Hay en las broncas un impulso —paradójico— hacia la unidad de esos dos que pelean? ¿Acaso se buscan para la guerra de modo semejante a como los amantes se buscan para acoplarse y formar la esfera primigenia perfecta de la que habla Aristófanes en el banquete platónico?

Quien se abismó de niño en las figuras de los reyes de la baraja francesa, quien no se cansara entonces de comprobar lo capicúa que eran esos reyes, no tiene siquiera que mover estas imágenes forjadas. No tiene que ponerlas bocarriba o bocabajo: el abismo está en el centro de ellas. Las suturas del doctor Víctor Frankenstein abisman a estas criaturas nuevas.

Uno las mira y comienza a preguntarse con qué voz hablarán. Se pregunta uno qué dirán. Y, antes que eso, qué se habrán dicho entre sí, para sí mismas.

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Para acceder a una entrevista sobre «Síndrome de Proteus» en Artillería pesada (2023), de Hdez-Güero en la colección FluXus, de Rialta.