Cubalex: Informe mensual sobre la situación de los DDHH en Cuba [Diciembre 2024]
En el informe correspondiente al mes de diciembre de 2024, nuestro equipo de monitoreo destaca una alarmante situación de derechos humanos en Cuba, marcada por el aumento de la represión, una creciente precariedad socioeconómica y un sistema de control estatal cada vez más rígido.
Durante este periodo, los principales afectados fueron defensores de derechos humanos, afrodescendientes y personas privadas de libertad, quienes enfrentaron graves violaciones, como vigilancia, detenciones arbitrarias, traslados forzosos, violencia física, torturas y castigos extremos contra presos políticos. Casos emblemáticos, como los de Mackyanis Román Rodríguez y Yasser Rivero Boni, evidencian condiciones inhumanas, huelgas de hambre y la negación de atención médica.
Entre los grupos más afectados, las organizaciones como las Damas de Blanco, el Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR) y la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) fueron blanco frecuente de estos abusos, evidenciando patrones de represión sistemática que reflejan la estrategia estatal de controlar y silenciar cualquier forma de disidencia. Estas prácticas represivas son particularmente graves en el caso de los presos políticos, quienes continúan siendo sometidos a tratos crueles e inhumanos.
El Día Internacional de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre, se caracterizó por ser el día más represivo del mes, con arrestos domiciliarios, vigilancia extrema y cortes de internet destinados a silenciar a opositores. Periodistas también fueron blanco de amenazas, detenciones y destierros forzados. Esta represión no ocurre en un vacío, sino en un contexto de crisis socioeconómica que agrava aún más la situación.
Mientras el Estado redobla sus esfuerzos por silenciar voces disidentes, la población enfrenta constantes cortes energéticos, escasez de bienes esenciales y un aumento de la criminalidad. Estos elementos han generado un clima de desesperación que afecta tanto a los sectores más vulnerables como al resto de la sociedad.
En medio de este panorama, el informe también resalta incidentes específicos de brutalidad, incluyendo asesinatos, torturas y violaciones de derechos fundamentales, que reflejan la impunidad con la que opera el Estado cubano y la normalización de prácticas represivas.
La brutalidad estatal no solo busca castigar a los opositores, sino también disuadir cualquier intento de organización o protesta, perpetuando un sistema que deja a la ciudadanía sin vías para exigir cambios.
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