Inés Plasencia Camps: Algo deja quien se va / Exposición de Reynier Leyva Novo

Artes visuales | 25 de abril de 2025

Los relatos sobre la historia oficial son sostenidos por símbolos e instituciones que operan en el espacio público en un marco de visibilidad, cuanto menos, ambivalente. Tan entrelazados con los dispositivos de control como las propias leyes y normas que se dictan están los monumentos y las instituciones estatales, que actúan como correa de transmisión entre el pasado y el presente, entre el poder y las comunidades que viven en una ciudad o en un estado. Sin embargo, algo queda siempre en un punto ciego, sin vigilancia, porque siempre algo deja quien se va. Trayectorias de imaginación política que no siempre responden a los mismos regímenes de visualidad, sino que subyacen en otras capas de lo perceptible. Esta distancia entre las condiciones de vida del presente y la glorificación del pasado, que se presenta a menudo como intocable desde los poderes hegemónicos, se revela como un espacio de investigación artística del que emergen alternativas al relato oficial.  

Algo deja quien se va es la primera exposición individual en España de Reynier Leyva Novo y en ella desanda los devenires de la memoria y las políticas estatales sobre esta en busca de sus formas de manifestarse y resurgir. El artista presenta aquí dos series, en las que continúa algunas de sus investigaciones más recientes, adaptadas y creadas para esta muestra específicamente en y para el contexto español. Se vinculan, por un lado, la historia colonial de Cuba y, en menor medida, Filipinas, con su reflejo en el espacio público de la antigua metrópolis y, por otro, la configuración del estado con lo volátil de sus instituciones.  

En primer lugar, se presenta Polvo de Estado (Global Active Dust CollectionCenter), anteriormente producido en Washington DC y ampliado para esta ocasión con edificios institucionales y monumentos situados en Madrid que definen, desde diversas perspectivas, el estado contemporáneo. Si nos acercamos a esta re-colección de imágenes aparentemente abstractas veremos una suerte de paisajes vibrantes, resultantes de la recogida de polvo y otros residuos de las paredes, suelos y aceras colindantes de los casos de estudio. Una perspectiva inusual, apenas humana, que se aleja de la imagen habitual, solemne, de estas instituciones y monumentos, con la presencia de pequeños microorganismos destinados a ser invisibles o literalmente “barridos”, ahora presentados como personajes principales de la esfera política. Esta contraposición contrasta con los discursos sobre la permanencia de las instituciones y propone un giro: la creación de un archivo de aquello en lo que no reparamos pero que ocurre alrededor. Coloca así a las instituciones en el rango de lo efímero, pero también en el de lo aleatorio, ya que no hay estado que no sea susceptible al paso del tiempo y sus transformaciones. Así, la pretendida solidez del poder se desplaza desde el rango de lo permanente hasta lo destinado a desaparecer. La selección de estos espacios tiene que ver con qué define un estado y la identidad nacional en base a una serie de discursos a menudo contestados, pero generalmente asimilados. En el caso de la ciudad de Madrid, los ministerios e instituciones que inciden de manera más profunda en las normas que rigen la vida en el marco de la ciudadanía liberal se cruzan con espacios que encarnan los discursos sobre el conocimiento y la historia en España, como son los casos de la Biblioteca Nacional o el monumento El Abrazo, dedicado a la memoria de la Transición a la democracia en España, entre otros.  

En segundo lugar, se presenta El susurro de Mnemosine, igualmente continuación de una serie aplicada a la memoria colonial de Cuba y su independencia, conectándola tanto con la intervención española como con la de importancia de Estados Unidos en aquel proceso. También se acerca, aunque en menor medida, a otro territorio llamado entonces “de ultramar” como fue Filipinas, inseparable de Cuba en ciertos relatos en torno a 1898. En esta serie, un catálogo de monumentos en honor a los “héroes” de ambas guerras coloniales, entendidos así desde la perspectiva española, son velados por capas de pintura de una gama cromática fría y posteriormente re-velados mediante técnicas de reflectografia infraroja, utilizada en el campo de la conservación y la restauración de arte. Se plantea así una expresión de índole conceptual sobre cómo funcionan los mecanismos de la memoria, tanto desde una perspectiva colectiva como desde las políticas estatales. La historia que emerge es la de un olvido sistemático de la historia colonial en España que, paradójicamente, no abandona, sin embargo, el espacio público. Como si aquellos supuestos héroes, obcecados, esperaran a ser vistos, recordados, cuando alguien acuda a buscarlos, planteando también el desequilibrio entre la memoria de las guerras de independencia y su olvido en España.  

Mientras el Estado se configura en torno a instituciones de origen y lógica colonial, las figuras simbólicas que se resisten a su obsolescencia resuenan como un susurro, un sonido constante, pero de baja intensidad, que afecta progresivamente los cuerpos con los que se cruzan en calles y espacios públicos. 

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[*] Palabras al catálogo de la exposición Algo deja quien se va en El Apartamento, Madrid, febrero-mayo, 2025. Proyecto comisariado por Inés Plasencia Camps con la colaboración de Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.