La visita de Obama es doblemente inédita, pues será precisamente un hawaiano negro quien se pasee por los palacios decimonónicos, los antiguos centros gallegos y asturianos, por la fantasía barroca del casco histórico. El cuadro de Pedro Álvarez donde un lacayo de color desempolva un busto de Carlos Marx viene a ser, en ese contexto, la versión actualizada de Landaluze y, al mismo tiempo, la alegoría de la Reanudación. Para seguir leyendo…
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