La mayoría de los populistas acusa al «neoliberalismo» de todos los males imaginables, proponiendo el camino socialista o estatista como la solución final a esos males. Jamás definen lo que ha de entenderse por «neoliberalismo», pero está claro que lo relacionan con políticas pro mercado. De este modo se aprovechan de utilizar una etiqueta que ha probado ser muy efectiva en desprestigiar instituciones serias y políticas económicas productivas para la población…
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