Años después, cuando me enteré de que Ciro Bianchi Ross había publicado un volumen con los dos diarios inéditos hasta entonces: José Lezama Lima. Diarios 1939-1949 / 1956-1958 (Ediciones Unión, 2001), corrí a comprarlo, y comprobé que aunque mis columnas se olvidarán para siempre, yo ya he cumplido el sueño de todo escritor: dejar una huella, modificar la literatura o por lo menos una pequeña parte de ella: manchar eso que llaman literatura nacional. Para seguir leyendo…
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