Sus libros están contra todo país, dejándolo desolado, sin nada, porque les arrebata esa anciana y deprimida condición de Cultura Nacional que abandona al individuo, dejándolo en nadie, como debe ser, para seguir sin esperanzas entre los hombres, siempre a la suerte de leyes de gobernantes incapacitados para gobernar, también tullidos y ancianos de antemano, con un pasado mediocre, con unas guerras de pacotilla, y donde los seres se pierden en sus pequeñas historias familiares, destruidas por la separación y el desamparo, para vivir la miseria más intolerable. Para seguir leyendo…
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