En el imaginario social y cultural de la isla, el fin del imperio soviético ha adoptado diferentes formas y con el inicio del nuevo milenio, pasado ya un período de duelo necesario respecto al fin de la Unión Soviética, lo soviético, como representación intangible del pasado, se ha convertido en una estética. Como bien señala Sinitsyna en su artículo, en las primeras tres décadas posteriores a 1959 pueden encontrarse huellas del impacto soviético en la literatura cubana. Sin embargo, solo después del fin soviético, en los noventa, la estetización de los remanentes físicos y emocionales soviéticos están permitiendo la de-sovietización de la sociedad cubana. Esta des-ideologización del pasado socialista y sus símbolos hacen posible la deconstrucción del período soviético cubano y la formación de referencias afectivas que soportan más de una lectura. Para seguir leyendo…
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