A Javier siempre lo vemos por la ciudad de Santiago de Cuba de buen ánimo. Contrasta con la imagen del poeta sufrido y atormentado que siempre ha vendido Occidente. Hace chistes de la situación más descabellada que pueda estar ocurriendo ahora mismo en la Ciudad Héroe o en el país, reinventándose una realidad aparte para vivir con humor bajo el absurdo cubano, algo que ha aprendido de su mentor y amigo más viejo en el oficio, “El Pachi”, Julio Jiménez. Tal vez, con uno más como ellos dos, ya se pudiera armar todo un Grupo o Movimiento Literario: “Los Jadicos Cínicos”. ¿Quién se les suma? Para seguir leyendo…
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