Soy un solitario. Vivo aislado —algunos también me han hecho el favor de aislarme— de cuanto sucede más allá de mi círculo inmediato: lecturas, amistades, cuerpos, voces, sombras que la vida me regala. Por eso no sabría señalar esas vertientes de la poesía latinoamericana, que con toda seguridad existen. Como vivo sin vivir en mí, y solo tengo espacio para lo pequeño y tiempo para lo breve, no me vierto, me di/vierto. Desconfío de modas, vertientes y corrientes. Para seguir leyendo…
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