Toda la culpa es tuya, Fifo, nos hiciste un pueblo que padece, y no siente, no puede sentir, la piel es ya tan delicada que la brisa la deshace y nadie se atreve siquiera a mirar cómo se les desprende de la carne, aunque anden pisando su propio rastro en el asfalto. ¿Pero sabes una cosa, Fidel, asere? Conozco cubanxs que tienen una luz hermosa en su mirar, conozco cubanxs a los que les sobra grandeza de espíritu y valor, ese que tanto codiciaste y nunca encontraste. Conozco cubanxs a lxs que no pudiste quitarles la poesía, conozco cubanxs en lxs que Martí vive orgulloso. Para seguir leyendo…
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