En materia de derechos civiles tampoco habría que esperar mejoría alguna. Raúl dijo que el Estado respaldará las políticas de género, el combate al racismo y el reconocimiento de los derechos de las comunidades LGTBI, pero también alertó que esas demandas son un objetivo del “enemigo” para “subvertir” el sistema. Con esa advertencia no hizo más que alentar a poderosas corrientes conservadores de la ideología oficial cubana, que se sienten amenazadas por las nuevas agendas de derechos humanos del siglo XXI. Para seguir leyendo…
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