Cuba y la Revolución como promesas son el otro de un discurso político que cancela la experiencia de quienes viven en la isla y hace imposible el reconocimiento de los antagonismos. Lo que promete Cuba y la fantasía de alcanzarlo sólo son enunciables dentro de los estrechos marcos de significación –izquierda/derecha, etc.–. Esa izquierda a la que nos referimos es, sobre todo, de tipo ontológica. Es decir, no está circunscrita exclusivamente a partidos, también engloba aquellos grupos diversos que hicieron de la igualdad un programa y principio de lucha. Para seguir leyendo…
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