Cuando se habla del «bloqueo» de EEUU a Cuba se pierde muchas veces de vista que las trabas que frenan el funcionamiento de la economía son las que impone el propio sistema social y económico a los cubanos. Este es un buen ejemplo de ello. La obsesión por un sistema socialista capaz de generar mayor prosperidad y bienestar para el pueblo, con igualdad, para todos y respeto a las personas vulnerables, está muy bien, pero no se consigue creando sistemas de aseguramiento político para los actores económicos, sino otorgando a estos la mayor libertad y flexibilidad para que tomen decisiones racionales y eficientes en base a la información de los precios y mercados… Para seguir leyendo…
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