Ivette Leyva Martínez: Ars Moriendi
El número de ancianos cubanos que ha emigrado a Estados Unidos debido al colapso del sistema sanitario y la pobreza desbordante se ha disparado en los últimos años, desde mucho antes del COVID. Es una estadística enigmática. Hay casos extremos, como el de la mujer de 85 años que cruzó por la frontera sur; otros, como mi padre, se quedan en Estados Unidos tras llegar con visa y un tercer grupo es reclamado por sus familiares. Cuando mi abuela llegó, con 85 años en 2005, todavía se consideraba que traer a un anciano de Cuba era «un estorbo». Es una frase que se escucha cada vez menos en Miami. Para seguir leyendo…
Responder