Zancada: Voces de Cuba [Ignacio Vázquez ed.]

Autores | 2 de octubre de 2023
©W. Hawkins / Facebook

Con poemas de María Elena Blanco, Nara Mansur Cao, Legna Rodríguez Iglesias y Kelly Martínez Grandal, aquí les va este excelente dosier de poesía cubana actual preparado y prologado por Ignacio Vázquez para la revista (o «topografía con displasia») argentina Zancada.
Disfruten 😉

En la poesía puede haber invención, no autoengaño; puede haber influencia, no contagio. Es el género de la sinceridad última, irreversible. Un poema puede ser luminoso como en Eliseo Diego u oscuro como en Lezama Lima, pero si ambos son genuinos es porque, bajo la claridad del uno o las tinieblas del otro, hay un denominador común: el entrañable fluir de los sentimientos, las convicciones y las búsquedas.

(Mario Benedetti, Poesía cubana del siglo XX. Un vistazo personal y selectivo)

Uno

Si la patria de un escritor es el idioma, aquí nos vamos a circunscribir a cuatro voces que, si bien parten de la variante cubana del español, integran, a partir de otros ámbitos, otras voces. En alguna, será la variante rioplatense o venezolana; en otras, el inglés irá permeando los textos en palabras y frases; en todas, operará  ese substrato insular.

Se trata de poéticas extraterritoriales, en parte-me limito a suponer- por circunstancias históricas y en parte por intención deliberada, programática. Como si la diáspora común dejara sus huellas en el lenguaje.

Dos

María Elena Blanco, poeta y traductora, va contra el imperialismo del lugar común. ¿Esto es la norma, aquello es lo previsible? Arremetamos contra ello. Su poesía se codea- o se abraza- con el ensayo, como cuando su bisturí etimológico se detiene ante el oxímoron Madre-Patria. Ya se trate de una identidad postiza o sobreactuada, como la del hispano (*) en Estados Unidos o la identidad originaria-patriótica del cubano en Cuba, Blanco traspasa, y siempre con lección de sutileza, todo un catálogo de ideas recibidas que ni Flaubert pudo sospechar.

Incluimos parte de su ubicuo ensayo Del exilio como período especial, de su libro Devoraciones.

(*) Me niego a aceptar la etiqueta discográfica de “latino”; he dicho.

Tres

Imposible disociar la poesía de Nara Mansur Cao de su labor como dramaturga. Como si se tratara de un propósito de rigurosa traslación del teatro a sus orígenes míticos, a la vez que asistimos a un coro de conciencias. De pronto, hay preguntas que nos interpelan. Como ella misma señala en la entrevista, el teatro en Cuba procura una puesta en abismo de la misma realidad cubana; y un experimento similar ocurre en su poesía, en esa amalgama de voces y alusiones que se suceden. Poemas para leer en voz alta.

Cuatro

Legna Rodríguez Iglesias nos empuja de entrada a un mundo poético empedrado de marcas, nombres propios y anglicismos. Capitalismo en capital letters y en contabilidad de likes. O un poema que alterna versos en inglés y en español, en una suerte de moaxaja sui generis. Legna Rodríguez Iglesias escribe sus poemas como quien suelta algo dicho al pasar. Pero aquello que dice Legna nos detiene y escuchamos- aprendemos a escuchar, mejor dicho- una música nueva, una prosodia que reconocemos y a la vez descubrimos.

Cinco

Los relatos de Kelly Martínez-Grandal transmiten una inmediatez casi cinematográfica. La mirada se posa sobre personajes que viven dialogando con otras culturas; es como si los personajes se asomaran a un esfuerzo común de traducción semiótica. De su fascinante libro Muerte con campanas hemos seleccionado el relato  Aquí hay que hacer lo que sea para este dossier.

Seis

¿Algo más que haya quedado en el tintero (o en el mouse)? Sí, la dicha de leer algo que por un rato nos saca de esa meseta lírica de quejumbre y solemnidad rioplatense. Y, también,  la sensación de que esto ha sido la entrada; de que se nos ha abierto el apetito lector,  que esperamos seguir oyendo más a estas cuatro voces y así terminar, quién lo diría, soñando en cubano.

[Para acceder al dosier…]