Rubén Espinosa: La huida del líder de los Panteras Negras a Cuba

DD.HH. | Memoria | 21 de mayo de 2024

Huey P. Newton, el controvertido líder del Partido de las Panteras Negras, emprendió una dramática huida a Cuba con la excusa de una falsa producción cinematográfica, una historia que ahora se muestra en la miniserie de Apple TV+ “The Big Cigar”. La serie de seis episodios, que se estrenó el viernes, está protagonizada por André Holland como Newton y ofrece un relato dramatizado de la huida del activista en 1974, mientras se enfrentaba a cargos de asesinato y agresión en Estados Unidos.

La serie se basa en un artículo de 2012 de Joshuah Bearman para Playboy y destaca el papel del productor de cine Bert Schneider en la fuga de Newton. Schneider financió una falsa producción cinematográfica para ayudar a Newton a eludir temporalmente a las autoridades y continuar su búsqueda de la revolución social.

Un plan de fuga creativo

El plan de fuga, aunque creativo y audaz, era sólo una faceta de la compleja historia de Newton dentro del Partido de las Panteras Negras y de sus numerosas batallas legales. Newton, junto con Bobby Seale, cofundó el partido en Oakland, California, en 1966.

La organización, dedicada a combatir la brutalidad policial, portaba abiertamente armas de fuego y participaba en diversos programas comunitarios, como la creación de una escuela para niños negros en Oakland.

El grupo era conocido por sus líderes, entre ellos Newton, Seale y Eldridge Cleaver, ministro de Información del partido. Al igual que Newton años más tarde, Cleaver huyó de Estados Unidos en 1968 para escapar de la persecución policial.

Vigilancia del FBI y problemas legales

El Partido de las Panteras Negras se convirtió en objetivo de una amplia vigilancia del FBI, como se detalla en un informe de 1976 del Comité del Senado sobre Actividades de Inteligencia, que concluyó que el FBI llevó a cabo un esfuerzo a escala nacional para “destruir” a los Panteras y sembrar la discordia entre sus líderes.

Newton aparecía regularmente en los titulares, a menudo por motivos desfavorables. En 1967, fue detenido por matar presuntamente al agente de policía de Oakland, John Frey, durante un control de tráfico. Declarado culpable de homicidio voluntario en 1968, Newton fue condenado a entre dos y 15 años de prisión, aunque su condena fue anulada dos años después.

En agosto de 1974, Newton se enfrentó a nuevos cargos por el asesinato de la trabajadora sexual de 17 años Kathleen Smith y la agresión al sastre Preston Callins. Al ver que tenía pocas posibilidades de defenderse de unos cargos que, según él, eran falsos, Newton huyó a Cuba. Schneider desempeñó un papel crucial en esta huida al iniciar la producción de una supuesta película para facilitar la partida de Newton. Fidel Castro en Cuba proporcionó a Newton un refugio seguro frente a la acusación.

Vida en el exilio

Newton permaneció en Cuba durante casi tres años, y Schneider siguió apoyándole desde la distancia. El productor incluso organizó visitas de sus amigos famosos, como los actores Candice Bergen y Jack Nicholson. En una entrevista de 1975 con AFRO News, Newton describió su experiencia en Cuba diciendo: “El Gobierno Revolucionario Cubano ha sido generoso y muy considerado conmigo y con mi familia”, y señaló que no había experimentado ningún tipo de racismo por parte del pueblo cubano.

Durante su estancia en Cuba, Newton, que entonces tenía 34 años, fue invitado por el gobierno cubano a trabajar como profesor de literatura en una universidad local, pero declinó la oferta y optó por reparar camiones. Describió a sus vecinos como “parte de la familia”, que en aquel momento incluía a su esposa, Gwen Fontaine.

A pesar del apoyo, Newton parecía añorar su hogar y expresó su deseo de regresar a Estados Unidos para continuar con su activismo cuando las circunstancias se lo permitieran. Afirmó: “Es donde puedo identificarme con la lucha mundial total por el socialismo. Pero creo que como norteamericano, como norteamericano negro, tengo ciertas contribuciones que hacer que son exclusivas de la experiencia norteamericana”.

Regreso a Estados Unidos

Newton regresó a Estados Unidos en junio de 1977 para hacer frente a los cargos que se le imputaban, manteniendo que eran falsos. Citó el escándalo Watergate y las revelaciones públicas de abusos por parte de la CIA y el FBI como prueba de que podía demostrar su inocencia. “Un cambio de administración no significa el fin del sistema de explotación al que me opongo”, señaló Newton, refiriéndose al inicio de la presidencia de Jimmy Carter a principios de ese año. “Pero ahora hay un ambiente más propicio para el tipo de batalla judicial que vamos a librar. Después de todas estas revelaciones de los últimos años, la gente está dispuesta a creer el tipo de conspiraciones que el gobierno nos ha infligido”.

Newton llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos para retirar un cargo federal pendiente de “huida ilegal para evitar ser procesado” antes de entregarse. Oficialmente se declaró inocente de matar a Smith y agredir a Callins el 22 de noviembre de 1977. Callins se negó a declarar contra Newton ante el tribunal. Newton fue absuelto de la agresión en septiembre de 1978, pero fue condenado a dos años por un cargo relacionado con las armas, cumpliendo nueve meses de prisión casi una década después, en 1987.

Desafíos legales y conflictos entre partidos

La acusación de asesinato se saldó con un empate de 10 votos a favor y 2 en contra, lo que dio lugar a la anulación del juicio el 24 de marzo de 1979. “He sido reivindicado por la comunidad”, comentó Newton, aunque tuvo que enfrentarse a un nuevo juicio ese mismo año. Una vez más, el jurado se quedó atascado, esta vez con 11 votos a favor y 1 en contra, lo que dio lugar a otra anulación del juicio.

Antes de su huida a Cuba, Newton había nombrado a Elaine Brown nueva líder de los Panteras Negras. Brown ascendió a mujeres a puestos administrativos clave, lo que provocó el descontento de los miembros masculinos. A su regreso a Estados Unidos, Newton volvió a desempeñar un papel destacado en el partido, aunque sin el título oficial de presidente.

Newton y Brown se enfrentaron por la dirección del partido. El punto de ruptura de Brown llegó cuando Newton no condenó la agresión a Regina Davis, una administradora escolar de las Panteras Negras, por un delito menor. “La paliza a Regina se tomaría como una clara señal de que las palabras ‘pantera’ y ‘camarada’ habían adquirido connotaciones de género”, escribió Brown, “denotando una inferioridad en nuestra mitad femenina”. Pronto abandonó el partido.

Newton siguió teniendo problemas legales, incluida una detención en mayo de 1978 por agresión con intento de asesinato tras una pelea en un baño del condado californiano de Santa Cruz.

Más tarde fue absuelto de estos cargos, pero en los años siguientes tuvo que hacer frente a otros cargos por delitos con armas, violaciones de la libertad condicional y malversaciones financieras. También luchó contra la adicción a la cocaína y la heroína. El Partido de las Panteras Negras tuvo problemas de liderazgo y su influencia disminuyó hasta disolverse en 1982.

Legado y desaparición

A pesar de evadir los problemas legales que le llevaron a huir a Cuba, Newton no pudo escapar de su controvertida posición en la sociedad. Fue asesinado a tiros el 22 de agosto de 1989 por un miembro de la banda callejera Black Guerilla Family, dejando tras de sí un complejo legado que sigue fascinando y provocando debates. 

“The Big Cigar” da vida a este capítulo de la historia, arrojando luz sobre la huida de Newton y las luchas más amplias del Partido de las Panteras Negras. 

Publicación fuente ‘Hypermedia magazine’