Dos libros dan cuenta del derrotero actual de la poesía kozeriana: Acta est fabula y Para que no imagines. Si bien cada volumen está concebido sobre un andamiaje distinto, ambos se muestran como territorios de una misma geografía, amplia e intrincada, llena de accidentes y fenómenos que acontecen en las trazas de esta escritura. Bitácora y plano de múltiples fugas, fugato de alientos, ritmos y motivos que vuelven una y otra vez, se reiteran, remontan la escritura hasta cifrar muchos impulsos, ondas y sondas en réplica, en una disposición que aspira a volver indistintas la voluntad de quien escribe con la percepción de lo real soberano. Para seguir leyendo…
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