Se dice que el Historiador piensa construir allí un complejo de edificaciones que, además de otro agromercado, incluiría hasta un museo. De momento, los consumidores dirán adios a sus frituritas de malanga y, con un mercado menos, se aleja la posibilidad de que disminuyan los precios de frutas, viandas, vegetales y productos cárnicos. Para seguir leyendo…
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