De todas las reacciones ante el remake frustrado del performance “El susurro de Tatlin” de la artista Tania Bruguera el pasado 30 de diciembre la más llamativa ha sido sin dudas la de sus colegas de la isla: un silencio público que -lejos de la usual abulia ante cuestiones de actualidad- encubre un obstinado malestar. Para seguir leyendo…
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