No cabe duda de que, desde un punto de vista militar, la operación Bienal 2015 ha sido un éxito rotundo de los diferentes cuerpos de inteligencia del Minint, en perfecta coordinación con el Mincult. Ni uno solo de los esfuerzos de voluntad y creatividad proyectados por artistas e intelectuales independientes desde el exilio ha conseguido penetrar la barrera de seguridad. ¡Bravo por Goliat! Sin embargo, desde el punto de vista cultural, esta es una de las páginas más tristes de la historia de Cuba, junto al quinquenio gris de los años 70 y los éxodos de talentos a principios de las décadas de los 80 y de los 90. Para seguir leyendo…
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