Lo más recordado del verano de 1991 en Cuba, tal vez sean los XI Juegos Panamericanos, celebrados en La Habana entre el 2 y el 18 de agosto de ese año. No sé si “celebración” sea el vocablo más acertado cuando el suceso provocó tanta angustia para el pueblo cubano. Casi medio millón de personas trabajaron sin descanso en las obras de construcción de las instalaciones deportivas que habrían de acoger a los deportistas de 39 naciones. Para seguir leyendo…
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