“No me interesa que todos acepten tal cual lo que digo. Simplemente ejerzo mi derecho a hablar y a que alguien me diga que estoy equivocado o que coincide plenamente conmigo, pero que nadie se crea con el derecho a negarme la palabra. Hay quienes me dicen que yo puedo darme el lujo de denunciar por ser quien soy, porque tengo voz, y yo les respondo que todos tenemos voz, que no debemos esperar a que nos den permiso para hablar o que nos digan qué tenemos que decir, dónde o cuándo”, dice Cremata en este vídeo…
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