Este es uno de los mejores ensayos fotográficos realizados en Cuba, en el tránsito de la década de 1980 a la de 1990. A partir de esta obra yo comencé a mirar la fotografía documental cubana con menos prejuicios. Es decir, me sentí más confiado ante la posibilidad de que se hiciera una foto documental con inteligencia, con agudeza, con un sentido crítico de la realidad y con elementos conceptuales que fueran sólidos sin ser abrumadores. Para seguir leyendo…
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