En época de lavado de rostro, donde la televisión cubana transmite homilías y discursos de funcionarios norteamericanos, sorprende que no se haya eliminado esta organización de corte netamente ideológico que engloba a los infantes cubanos. En medio de tantas prioridades de cada día, los padres tampoco hemos demandado con suficiente fuerza que nuestros hijos no sean tropa de un experimento político desde tan temprana edad. Para seguir leyendo…
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