En Última sinfonía —que comienza con un curioso y hermoso texto donde Santiesteban Prats incursiona en el tema de la violencia durante el Holocausto en tiempos de Hitler (cuento que, por cierto, escribió a petición de la artista plástica argentina Elisa Tabakman, editora del blogLos hijos que nadie quiso)— se incluyen como primicia tres cuentos de su más reciente e inédito volumen de narraciones (Zona de silencio), escrito en la cárcel y que aún revisa, por lo cual estas deben ser consideradas muestras de un trabajo en proceso, pero también pueden leerse otras historias que sirven para mostrar esos diversos estratos, esas capas, esas columnas con las que ha construido el ámbito de la violencia que, ya lo hemos dicho, es eje y esencia de su particular mirada sobre la vida en Cuba. Para seguir leyendo…
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