«Eso de que los cubanos si no llegamos nos pasamos viene bien para todo. Muchos de los que he conocido evitan hablar de Fidel Castro a modo de exorcismo, para sacarse al personaje de encima, e incluyo aquí a científicos sociales, que más hastiados que imparciales, prefieren ignorar a quien estuvo dirigiendo (y diseñando) la política (y la vida cotidiana) cubana por mucho más tiempo del que debió haberlo hecho. Otros, los más, culpan a Fidel Castro de todo lo que les ocurre, incluso de los percances más irrelevantes y ajenos a la política nacional (si los hubiera). Para éstos, este anuncio no es más que una confirmación de lo que ya sabían: Hemos estado viviendo el sueño de Fidel.» Glup 😉
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